¿Quién paga los gastos de la boda?

¿Quién paga los gastos de la boda?

Estás comprometida. Ya tienes el vestido, has planeado el lugar de la boda y has encontrado el mejor catering de la ciudad. Pero espera, ¿quién paga todo esto? Como ya habrás descubierto, las bodas son caras. De hecho, pueden llegar a ser tan caras que muchas parejas tienen que pedir grandes préstamos sólo para pagar el gran día. Y si no tienes cuidado con la cantidad de dinero que gastas en tus nupcias -y con lo que se espera que la gente contribuya- podrías encontrarte pagando esas deudas durante años después de decir «sí, quiero». Sin embargo, hay formas de asegurarse de que el día de la boda sea asequible sin dejar de divertirse y de crear recuerdos con todos los implicados

Discutir las finanzas con todos los implicados

No eres el único. De hecho, tras hablar con muchas parejas a lo largo de los años, hemos comprobado que la mayoría no está segura de lo que hay que gastar ni de quién debe pagar qué. Por eso hemos elaborado esta práctica guía sobre cómo hablar de finanzas con todas las partes implicadas.

Hablar de finanzas con todas las partes implicadas: Los novios

Aunque seas uno de los afortunados que puede pagar la boda por sí mismo, siempre es una buena idea hablar de finanzas con tu pareja antes de casarte. Puede resultar intimidante al principio, pero a la larga ahorrará tiempo y dinero si se fijan las expectativas desde el primer día, como en cualquier relación. Le recomendamos que empiece por repasar juntos esta lista de preguntas: * ¿Qué quiere cada uno de nosotros de la vida? ¿Qué sería la libertad financiera para cada persona/pareja?

No dar por hecho que nadie va a pagar nada

Uno de los conceptos erróneos más comunes relacionados con las bodas es que, una vez casado, tus padres lo pagarán todo. Mientras que algunas personas tienen la suerte de contar con una familia que paga sus nupcias, otras se ven obligadas a pagar de su bolsillo o dependen de la generosidad de los invitados.

Si te encuentras en este último grupo, no des por sentado que nadie va a pagar nada. Prepárate para pagar una parte o la totalidad de la factura, y no dejes que nadie te diga que no es «tu» boda, porque es tan tuya como de los demás (además, no hay muchas cosas más divertidas que poder elegir la mantelería y las servilletas que te apetezcan).

Elaborar un presupuesto y un plan

Elaborar un presupuesto es uno de los pasos más importantes en la planificación de una boda. Hay que empezar por la lista de invitados y luego pasar a los costes del lugar de celebración, la comida y la bebida, el entretenimiento y la decoración, el atuendo, los accesorios y los anillos de boda, los servicios de fotografía y vídeo y el transporte para ti y tus invitados. No te olvides de los gastos de la luna de miel.

Asegúrate también de incluir los regalos para los nuevos miembros de tu familia (padres), así como para cualquier persona que te haya ayudado a lo largo de este proceso (grupo de novios). Si has decidido contratar a un organizador de bodas profesional o a un coordinador del día, no te olvides también de sus honorarios.

Aprovecha al máximo la recepción y gasta menos en la ceremonia.

La ceremonia es un asunto formal, pero el banquete es donde puedes relajarte y divertirte. La parte más importante del día de la boda es el banquete. No escatimes en ella y haz que sea una ocasión para recordar.

No siempre es posible o necesario celebrar una ceremonia religiosa y otra laica. Puede que no quieras casarte por la iglesia o la sinagoga, pero quieres que tus familiares estén presentes. O tal vez ya estés legalmente casado (e incluso divorciado), pero quieres algo más personal que obtener otro papel de la oficina del gobierno estatal.

También puedes optar por no invitar a miembros de la familia que puedan causar un drama que arruine tu día, o incluso evitar a las personas que no «entienden» este tipo de cosas en general (los amigos de tus padres, por ejemplo). Si es así, considera la posibilidad de celebrar una sola ceremonia, ya sea religiosa o laica, pero no ambas. También ahorrarás dinero: tener dos ceremonias significa duplicar los costes de todo, desde las flores hasta los fotógrafos».

Para llevar: Hablar, presupuestar y planificar.

Tomaros el tiempo necesario para hablar, presupuestar y planificar vuestra boda será sin duda una de las cosas más importantes que haréis. Os habéis encontrado, ¡ahora es el momento de celebrarlo! Recordad que, aunque os parezca que hay un millón de detalles de los que ocuparse en este momento, ¡no olvidéis divertiros por el camino!

Conclusion

Hay muchas maneras de enfocar esta situación, pero lo más importante es hablarlo de antemano. Hable del dinero, hable de lo que es justo y luego acuerde un plan que funcione para todos los implicados. Puede que te lleve algo de tiempo y esfuerzo al principio, pero te evitará muchos dolores de cabeza en el futuro. ¿Y si todo lo demás falla? Intenta centrarte más en el banquete que en la ceremonia; al fin y al cabo, querrás que la gente recuerde lo estupenda que fue en lugar de lo mucho que se gastó.